Te deseo SER tierra de barbecho
En el ajetreo constante de la vida moderna, donde el tiempo parece escurrirse entre los dedos y las demandas externas nos empujan a mantenernos siempre activos/as, se ha vuelto fundamental reconocer la importancia del “barbecho humano”. Al igual que la tierra necesita periodos de descanso para regenerar sus nutrientes y mantener su fertilidad, los seres humanos también necesitamos momentos de NO HACER, de pausa y quietud para volver a nuestra esencia, a nuestro SER , revitalizar nuestra mente, cuerpo y espíritu.
En la naturaleza, cuando un campo se deja en barbecho, no es simplemente un tiempo de inactividad, no se le está negando su propósito de producir. Al contrario, se le está dando el tiempo necesario para recuperar su fuerza y vitalidad, es un proceso de renovación profunda , garantizando así cosechas futuras más abundantes y saludables.
Del mismo modo, cuando nos permitimos descansar, parar, desconectar, estamos invirtiendo en nuestro bienestar a largo plazo.
En la vorágine diaria, muchas veces olvidamos la sabiduría de la pausa. Nos encontramos atrapados/as en un ciclo de producción continua, valorando la eficiencia y la productividad por encima de todo. Sin embargo, al igual que un campo agotado no puede dar buenos frutos, una persona agotada tampoco puede rendir a su máximo potencial ni encontrar verdadera satisfacción, y muy difícilmente, la PAZ INTERIOR.
Este verano, tengas o no vacaciones, te propongo entrar en barbecho, a parar unos días o momentos en casa o donde puedas, sin móvil, sin distracciones, sin planes. En la calma de la inactividad, la mente tiene espacio para descubrir caminos no explorados, abriendo la puerta a innovaciones, reflexiones y perspectivas frescas que no surgirían en el medio del bullicio diario.
Reconocer y honrar tu necesidad de barbecho, tu tiempo de no hacer, es un acto de amor propio y autocuidado . Nos recuerda que no somos máquinas destinadas a trabajar sin cesar, sino seres vivos que florecen en el equilibrio entre la acción y el descanso. Al permitirte estos momentos de descanso y reflexión, no solo mejoras tu salud y bienestar, sino que también enriqueces tu capacidad de contribuir positivamente al mundo que te rodea.
No te deseo unas vacaciones entrañables, te deseo, TIEMPO DE BARBECHO.
Con amor, Shanti.